17 ene 2008

Cuatro poemas de Césare Pavese

Y entonces nosotros, los viles

Y entonces nosotros, los viles
que amábamos la noche
que murmura, las casas,
los caminos del río,
las sucias luces rojas
de aquellos lugares, el dolor
manso y callado
arrancamos las manos
de la viva cadena,
y callamos, mas el corazón
nos estremeció la sangre,
y ya no hubo dulzura,
no hubo un abandonarse
junto al sendero del río
no más siervos, supimos
estar solos y vivos.


In the morning you always come back (1)


La tronera del alba
respira con tu boca
en las calles vacías.
Tus ojos son luz gris,
dulce gotas del alba
en las negras colinas.
Tu hálito y tu paso
como el viento del alba
a las casas sumergen.
La ciudad se estremece
tienen olor las piedras
vida y despertar eres.

Extraviado lucero
en la luz de la aurora,
sonido de la brisa
respiración, tibieza
la noche ha terminado.

Eres luz y mañana.


Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba de la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
n grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, cara esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.


The night you slept (2)

También la noche se te parece,
la noche lejana que llora
muda, dentro del hondo corazón,
y las estrellas pasan cansadas.
Una mejilla toca a otra
es un frío temblor, alguien
se agita y te suplica, solo,
perdido en ti, en tu fiebre.

La noche sufre y espera el alba,
pobre corazón que te sobresaltas.
Oh, rostro secreto, negra angustia,
fiebre que aflige a las estrellas,
hay quien, como tú, espera el alba,
mirando tu rostro en silencio.
Estás tendida bajo la noche
como un cerrado horizonte muerto.
Pobre corazón que te sobresaltas,
un día lejano fuiste el alba.


(1) “Por la mañana tú siempre regresas”; en el original está en inglés.
(2) “La noche que dormiste”; también en inglés en el
original.